martes, 15 de febrero de 2011

El rey de los monos y el arte de la observación Cuentos Hindues


Cuando el rey de los monos se enteró de dónde moraba el Buda predicando la enseñanza, corrió hacia él y le dijo:
-Señor, me extraña que siendo yo el rey de
los monos no hayas enviado a alguien a buscarme para conocerme. Soy el rey
de millares de monos. Tengo un gran poder.
El Buda guardó el noble silencio. Sonreía. El rey de los monos se mostraba
descaradamente arrogante y fatuo.
-No lo dudes, señor -agregó-, soy el más fuerte, el más rápido, el más resistente y
el más diestro. Por eso soy el rey de los monos. Si no lo crees, ponme a prueba.
No hay nada que no pueda hacer. Si lo deseas, viajaré al fin del mundo para
demostrártelo.
El Buda seguía en silencio, pero escuchándolo con atención. El rey de los monos
añadió:
-Ahora mismo partiré hacia el fin del mundo y luego regresaré de nuevo hasta
ti. Y partió. Días y días de viaje. Cruzó mares, desiertos, dunas, bosques,
montañas, canales, estepas, lagos, llanuras, valles... Finalmente, llegó a un lugar
en el que se encontró con cinco columnas y, allende las mismas, sólo un inmenso
abismo. Se dijo a sí mismo: “No cabe duda, he aquí el fin del mundo”. Entonces
dio comienzo al regreso y de nuevo surcó desiertos, dunas, valles... Por fin, llegó
de nuevo a su lugar de partida y se encontró frente al Buda.
-Ya me tienes aquí -dijo arrogante-. Habrás comprobado, señor, que soy el más
intrépido, hábil, resistente y capacitado. Por este motivo soy el rey indiscutible de
los monos. El Buda se limitó a decir: -Mira dónde te encuentras.
El rey de los monos, estupefacto, se dio entonces plena cuenta de que estaba en
medio de la palma de una de las manos del Buda y de que jamás había salido
de la misma. Había llegado hasta sus dedos, que tomó como columnas, y más
allá sintió el abismo, fuera de la mano del Bienaventurado, que jamás había
abandonado.



EL ARTE DE LA OBSERVACIÓN
El discípulo llegó hasta el maestro y le dijo:
  --Guruji, por favor, te ruego que me impartas una instrucción para aproximarme a la verdad. Tal vez tú dispongas de alguna enseñanza secreta.
  Después de mirarle unos instantes, el maestro declaró:
  --El gran secreto está en la observación. Nada escapa a una mente observadora y perceptiva. Ella misma se convierte en la enseñanza.
  --¿Qué me aconsejas hacer?
  --Observa -dijo el gurú-. Siéntate en la playa, a la orilla del mar, y observa cómo el sol se refleja en sus aguas. Permanece observando tanto tiempo como te sea necesario, tanto tiempo como te exija la apertura de tu comprensión.
  Durante días, el discípulo se mantuvo en completa observación, sentado a la orilla del mar. Observó el sol reflejándose sobre las aguas del océano, unas veces tranquilas, otras encrespadas. Observó las leves ondulaciones de sus aguas cuando la mar estaba en calma y las olas gigantescas cuando llegaba la tempestad. Observó y observó, atento y ecuánime, meditativo y alerta. Y así, paulatinamente, se fue desarrollando su comprensión.
Su mente comenzó a modificarse y su consciencia a hallar otro modo mucho más rico de percibir.
  El discípulo, muy agradecido, regresó junto al maestro.
  --¿Has comprendido a través de la observación? -preguntó el maestro.
  --Sí -repuso satisfecho el discípulo-. Llevaba años efectuando los ritos, asistiendo a las ceremonias más sagradas, leyendo las escrituras, pero no había comprendido. Unos días de observación me han hecho comprender.
El sol es nuestro ser interior, siempre brillante, autoluminoso, inafectado. Las aguas no le mojan y las olas no le alcanzan; es ajeno a la calma y la tempestad aparentes.
Siempre permanece, inalterable, en sí mismo.
–Ésa es una enseñanza sublime -declaró el gurú-, la enseñanza que se desprende del arte de la observación.
El Maestro dice: Todos los grandes descubrimientos se han derivado de la observación diligente. No hay mayor descubrimiento que el del Ser.

5 comentarios:

  1. No hay mayor descubrimiento q el del ser...
    Me gusta Eli
    :)

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  2. Muy bueno hermanita!!! Queremos mas cuentos hindúes son wenísimos!!! Un besote y me han encantao, especialmente el del rey de los monos, hay tanta gente que se creen rey de los monos y les pasa como al del cuento que ni se dan cuenta de donde están.

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  3. Muy bueno!!!Me encanta este tipo de cuentos ancestrales,a ver si me puedes sacar de una duda...el rey mono no es comun en la mitologia china tambien???

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  4. Grandes verdades !!
    Gracias por compartirlas con nosotr@s.

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  5. Mickie, el rey mono también está en la mitología china,si.
    Unos amigos mios y yo pensamos por ejemplo que Goku está basado en el dios mono.
    XD (Momento freak) jajajajajajajaja

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